Después de pasar un buen rato consultando nuestra cuenta en twitter (@AiusConsulting) y viendo lo que habían twiteado algunas de la cuentas que seguimos nos hemos parado un rato en la de Gerardo Albarrán (@saladeprensa). Su cuenta, al igual que la web http://www.saladeprensa.org, de la que también es responsable, es una referencia para todos los profesionales de la comunicación iberoamericanos. Para nosotros, desde luego, lo es. Pues bien, uno de sus twits, nos llevaba hasta una de las webs de la Fundación Fondeu, concretamente la que se ha creado con el objetivo de desarrollar un Manual de Estilo para los nuevos medios desarrollado en Internet. Ya conocíamos la web, que es fantástica, pero el artículo que tiene colgado en el cual se dan una serie de consejos para adaptar un texto al formato web nos parece especialmente interesante. De hecho, lo vamos a dejar aquí colgado por si alguno de vosotros es tan perezoso de no ir a él a través del enlace que para ello hemos dejado ahí detrás. Hoy colgaremos la primera parte y mañana la segunda. Felicitaciones a María Benito Llauradó por este fantástico artículo.
A buen entendedor pocas palabras bastan. (Refrán popular)
Antes de entrar al detalle de los trucos para adaptar un texto a la web debemos conocer las implicaciones que conlleva la lectura de un texto en pantalla.
El abc de la lectura en pantalla
* No leemos linealmente: saltamos de párrafo en párrafo buscando algo interesante que leer. Estudios de eyetracking muestran que la lectura del usuario suele seguir un patrón en forma de F.
* No tenemos el todo: cuando leemos un libro, un folleto o cualquier texto en formato papel, tenemos el todo en nuestras manos, sabemos donde empieza y donde acaba, cuántas páginas hay. Parece una tontería, pero cuando lo aplicamos a la web, significa que no sabemos cuánta información hay, el scroll no nos deja ver más allá, no sabemos dónde empieza la información (en la home, ¿es la respuesta a otra página?). Es muy importante ubicar al usuario en los textos web: dónde está, qué tiene que hacer, qué es lo más importante de la página…
* Somos vagos. No leemos porque sabemos que leyendo una parte ya nos imaginamos el texto completo, con una frase del párrafo ya sé de que va , y así sigo navegando a toda velocidad hasta que encuentro algo que me llega al corazón. Suele ser algo que contiene las palabras clave que estaba buscando (trigger words).
Fuente: Manual de Estilo Fundación Fundéu
A buen entendedor pocas palabras bastan. (Refrán popular)
Esta debería ser la máxima de cualquier texto web, o “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Antes de seguir leyendo este post debemos dejar a un lado los conocimientos de estructuración de la redacción que tengamos: introducción, nudo, desenlace, frases pasivas, frases subjuntivas, palabras líricas y bien sonantes.
En la web la simplicidad y facilidad de uso ganan. Palabras comunes, primero la conclusión, lo más importante al principio, frases cortas y de estructura simple sujeto+verbo+predicado, párrafos cortos, verbos en activa…
En la web la simplicidad y facilidad de uso ganan. Palabras comunes, primero la conclusión, lo más importante al principio, frases cortas y de estructura simple sujeto+verbo+predicado, párrafos cortos, verbos en activa…
Antes de entrar al detalle de los trucos para adaptar un texto a la web debemos conocer las implicaciones que conlleva la lectura de un texto en pantalla.
El abc de la lectura en pantalla
* No leemos linealmente: saltamos de párrafo en párrafo buscando algo interesante que leer. Estudios de eyetracking muestran que la lectura del usuario suele seguir un patrón en forma de F.
* No tenemos el todo: cuando leemos un libro, un folleto o cualquier texto en formato papel, tenemos el todo en nuestras manos, sabemos donde empieza y donde acaba, cuántas páginas hay. Parece una tontería, pero cuando lo aplicamos a la web, significa que no sabemos cuánta información hay, el scroll no nos deja ver más allá, no sabemos dónde empieza la información (en la home, ¿es la respuesta a otra página?). Es muy importante ubicar al usuario en los textos web: dónde está, qué tiene que hacer, qué es lo más importante de la página…
* Somos vagos. No leemos porque sabemos que leyendo una parte ya nos imaginamos el texto completo, con una frase del párrafo ya sé de que va , y así sigo navegando a toda velocidad hasta que encuentro algo que me llega al corazón. Suele ser algo que contiene las palabras clave que estaba buscando (trigger words).
Fuente: Manual de Estilo Fundación Fundéu